"Son decisiones", solía decir uno de los antecesores a Hugo Benjamín Ibarra, en este caso en el cargo de entrenador del primer equipo durante la gestión de Juán Román Riquelme como referente máximo del fútbol profesional del club. Queda claro que nos referimos a la simple y sabia frase de Miguel Ángel Russo que explica además, que cuando un DT se ve obligado a tomar este tipo de determinaciones, también debe hacerse cargo de las consecuencias que estas cuestiones pueden llegar a ocasionar.

Lo cierto es que el actual CT parece ratificar de alguna manera lo que claramente salta a la vista de todos los hinchas de Boca y tiene que ver con que Darío Benedetto, sin dudas el refuerzo más importante que ha logrado concretar Boca a lo largo del año, pasa por su momento más complicado desde que por primera vez se puso la camiseta de Boca tanto desde el aspecto futbolístico como desde su comportamiento y su manera de relacionarse con los compañeros en el último tiempo. Sus desafortunadas declaraciones en el caso Almendra, la pelea con golpes de puño incluidos con Carlos Zambrano que lo tiene como máximo responsable y además, una sensible baja en su rendimiento futbolístico tras la noche que malogró dos penales frente al Corinthians de Brasil, han hecho que el delantero que tenía todo los atributos para transformarse en líder y referente del plantel, vaya decayendo en su imagen y su figura hasta llegar al punto de hoy, donde ocupará un lugar en el banco de los suplentes.

Por el otro lado Ibarra apuesta a Vázquez, un centrodelantero al cual conoce muy bien porque ya han compartido un largo tiempo en la categoría Reserva, que aporta un importante despliegue físico tanto sobre la presión de la salida del equipo rival como a la hora de contragolpear además de su reconocido potencial en el juego aéreo y su importante cuota de gol que se ha visto sensiblemente mermada en el último tiempo.

Quizás el dato más relevante sobre el juvenil delantero que denota su momento, tiene que ver con que ha convertido tan sólo un gol en sus últimos 15 partidos en cancha y tiene que ver con el que le otorgó el triunfo a Boca el último fin de semana en Varela.

Con River en el horizonte (el superclásico se jugará dentro de dos fechas), un DT debilitado y la necesidad imperiosa de sumar de a tres, la apuesta del entrenador en el centro del ataque ya está hecha y será por Luis vázquez, una joven promesa con presente dispar nada más y nada menos.