Al igual que el próximo compromiso de Boca por la Copa de la Liga, un 24 de Febrero pero de 2007, Boca visitó a Independiente y lo goleó por el torneo local. El conjunto de Miguel Angel Russo se impuso por 3 a 1, con goles de Nery Cardozo, Rodrigo Palacios y Martín Palermo.

Fecha tres del Clausura, y el Xeneize tenía enfrente el primer clásico del año. Se disputó en la cancha de Racing, mientras el Rojo avanzaba en sus construcciones de su Estadio. Boca salió con Caranta; Ibarra, Maidana, Díaz, Morel; Battaglia, Banega, Cardozo, Riquelme; Palacios y Palermo. Los primeros minutos fueron difícil, porque el local salió a apretar alto, jugó bien y anotó primero: en 20 minutos, el Xeneize estaba abajo en el marcador.

El partido parejo y reñido, solo el 10 lo pudo destrabar. Dos genialidades de Román sobre el final del primer tiempo, le dieron la ventaja: primero, una gran habilitación para Nery Cardozo del centro a la izquierda, que picó rápido y definió fuerte al segundo palo.

Un minuto más tarde, a los 43', desde la mitad de la cancha se lució el botín derecho de JRR, con un pase preciso y profundo, para el desmarque de Palacios, que mano a mano no perdonó.

Al regreso del descanso, Boca se replegó y aguantó la ventaja. Pero mucho más lo tuvo que hacer, cuando Eber Banega vio la tarjeta roja de Lunati y se quedó con un hombre menos. Con el mando del Rolfi Montenegro, Independiente atacó y atacó. Pero los de Russo se supieron defender mejor, a pesar de la inferioridad de jugadores.

Cuando el partido se iba, el Rojo se volcó todo al ataque, solo dos jugadores para aguantar las presuntas contras del Xeneize. Tiempo cumplido, quedaban segundos para el final. Pelotazo desde mitad de cancha al área de Caranta, que interviene con el pie Palermo y el rebote le favorece. Quedó en frente de su nariz. No dudó. No, desde mitad de cancha no tuvo dudas. Le pegó derecho al fondo de la red de Ustari, que no tuvo reacción. Golazo de Martín, en una nueva página dentro de su historia gloriosa.

Y fue goleada. 3 a 1 en Avellaneda, con un hombre menos, un show de asistencias de Román y un ícono de gol que recorrió el mundo entero.