"Hay que trabajar estos días que tenemos para preparar el partido del martes ante Corinthians por la Copa", fue el mensaje de Sebastián Battaglia en conferencia de prensa cuando le consultaron por el partido de ida de los octavos de final de la Copa Libertadores.

Boca tiene que meterse de lleno en el partido ante los brasileros, un rival que ya conoce de la fase de grupos. Deberá entender, tanto el cuerpo técnico como los jugadores, que la serie dura 180 minutos y que, no sólo importa lo futbolístico, sino también el carácter y el temperamento que hay que tener en este tipo de partidos.

El encuentro ante Unión en La Bombonera sirvió principalmente para tener en claro la diferencia entre algunos titulares y suplentes. Al 'Chelo' Weigandt se lo nota todavía falto de fútbol, Cristian Medina no es Pol Fernández, Jorman Campuzano está lejos de su mejor nivel y a Luis Vázquez se lo nota impreciso y falto de confianza.

La derrota ante los santafesinos no debe sacar a Boca del foco principal que es el partido ante Corinthians. Sin embargo, debe servir para reaccionar a tiempo, para borrar la mala imagen que dejó el equipo, más allá de los nombres. Hay que entender que en la Libertadores no hay margen de error.