Muchos nos habíamos ilusionado con la llegada de Arturo Vidal al club, pero a pesar de que le había dado su palabra a Riquelme que venía, el difícil momento que tenemos en el país no es ajeno para el fútbol.

Pero la inestabilidad que por estas horas, por estos días se vive en la atribulada Argentina, hizo que Vidal se vaya a las hermosas playas de Río de Janeiro, y que juegue en el Flamengo, que puede ser nuestro próximo rival en la Copa Libertadores, si todo sale bien.

Lo propio va a a pasar con Cavani y pasará con cuantos más jugadores nos ilusionemos que estén en el exterior. Ahora hay que tener mesura y los pies sobre la tierra. Si se habló de estas dos megaestrellas, no podemos salir a buscar a cualquiera. Si apuntaste con la Ferrari de Sainz (ayer ganó en inglaterra), no podes ahora salir a buscar el AMI 8 de mi vecino.

Con el plantel que tenemos estamos bien, no hagamos locuras ni experimentos. Algunos ensayos salieron mal (Rolón, Orsini y compañía). Cuidemos lo que hay, fortalezcamos el todo y llenemos como siempre mañana la Bombonera para que el Corinthians sepa que será más visitante que nunca y que va a jugar con el campeón del fútbol argentino.

Ellos tienen la guita, por eso compran, nosotros tenemos el talento y la camiseta de la hinchada más grande del mundo. Con eso es suficiente para no extrañar a nada ni a nadie, es suficiente para que mañana sigamos festejando, a lo Boca.