Ayer 4-4-2. Hoy 4-3-3. Antes 4-3-1-2. En algún momento 4-2-3-1. Casi siempre Advíncula y Fabra. A veces Sández. Nunca Barco. Alguna chance para Weigandt. Siempre Pol. Equi o Varela reparten oportunidades. Oscar que sí y que no. Medina y Payero, casi nunca. Langoni siempre. Villa difícil de sacar y Benedetto titular. A veces Merentiel. Así fue la semana de entrenamientos: imposible.

El doble 9 duró 40'. Ayer la práctica fue demasiado mala y el 4-4-2 con Langoni y Romero como volantes con Pol y Equi de doble 5 y Benedetto con Merentiel arriba, duró un rato en la tarde de Ezeiza. 0-3 contra los suplentes, donde la rompió Villa.

Hoy, Ibarra decidió cambiar todo y no cambiar nada. Cambió lo de ayer y volvió al equipo del desastre con Banfield, solamente cambiando al 4. Insólito. Pol, Varela y Romero, ese medio que no funcionó nunca volvieron a jugar juntos. Arriba el tridente. Si, otra vez lo mismo. Pero tampoco quedó conforme.

Mañana volverá a cambiar y ahí parará el equipo para jugar el domingo. Demasiadas dudas. No todos pueden estar con niveles bajos. Algo pasa. Algo de base. Las convicciones del jueves duraron 40 minutos y hoy cambió de vuelta. Es muy difícil para un plantel cuando ve que un entrenador vive dudando y probando. Ya es hora de parar con eso.

Instituto, Olimpo, Barracas y la Libertadores. Después el Superclásico y la posible final ante River. Vienen partidos que nos acercan a los verdaderos objetivos del año. Para ese momento, Boca debe llegar con un equipo definido y un funcionamiento digno para esas competencias y rivales. Hoy está lejos de todo eso. Y el tiempo empieza a apremiar.

Los que están bajos deben salir (Advíncula, Fabra, Pol y Villa). Los que pueden dar una mano adentro (Weigandt, Barco, Payero, Medina, Merentiel). No importa el DNI ni el peso de los apellidos, esto dicho hasta el cansancio ya. No se puede vivir tropezando con la misma piedra. El técnico de Boca y sus ayudantes deben empezar a demostrar que están aptos para los cargos que ocupan: llevan 34 partidos al mando. Basta de excusas.

Se viene la Copa y los partidos con River. Es tiempo de soluciones.