Tras los primeros 90 minutos en Brasil, llegó el turno de la segunda parte de la serie en una Bombonera colmada de Azul y Oro, con un puñado de brasileros en la tercera bandeja visitante. El equipo de Battaglia cayó por primera vez en un mano a mano, por la vía de los penales. En cuatro partidos, nunca le pudo ganar a Corinthians.

Boca, al igual que su gente, no negoció la actitud del minuto uno. Local y predispuesto a tomar el protagonismo, el cuadro Azul y Oro empujó y empujó a un retrasado Corinthians, que cada vez que pasaban los minutos, más cerca del arco de Cássio quedó. Con un Varela muy activo, la defensa bien plantada, los primeros 45 minutos se jugaron cerca del arco visitante.

En, tal vez, la única vez que salieron del fondo, Marcos Rojo rechazó largo. Pícaro Zeballos, ganó en velocidad y con su cuerpo. La colocó a la corrida de Benedetto, que llegó solo por el medio. Y como nunca falla, esta vez falló. Su remate se fue desviado por arriba. Pero eran 15 minutos y Boca dejó un gran aviso.

contra de Boca, centro de Zeballos y Benedetto definió mal pic.twitter.com/h7Ihicahtp

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Sin menospreciar el retroceso, el Xeneize buscó la apertura del marcador en todo momento. Es cierto que no pudo conectar una secuencia de pases en los últimos tres cuartos de cancha, pero las individuales y buenos movimientos colectivos, le abrieron la puerta a distintas oportunidades. Un cabezazo del segundo central y un remate desde afuera del Pipa, fueron otras de las vías que buscó el local.

Con los ataques volcados sobre todo en su izquierda, con el gran timing entre Fabra y Villa, nos llenamos de córners. Era una clara a la insistencia de la búsqueda. Y de tanto buscar, llegó un premio, desde el codo de Raúl Gustavo. Sí, de su codo, por un tremendo codazo a la boca de Pol Fernández, que terminó cortado. Penal sancionado por el VAR, pero no expulsión por el arbitro principal. Desde los 12 pasos, agarró la pelota Pipa. Y su potente remate cruzado, dio el palo. Boca se fue a las duchas con un inmerecido 0 a 0.

¡BENEDETTO ERRÓ EL PENAL!
¡PEGÓ EN EL PALO! pic.twitter.com/Asvio9FfPc

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Si en el primer tiempo los vimos retrasados, en el segundo no los vimos cruzar el mediocampo. Las referencias de Rojo e Izquierdoz jugando pasado el círculo central, dictaminó de cómo se jugó un equipo y el otro. Toqueteo de un lado para otro. Buscar de adentro para afuera y de afuera para adentro. Pero el fondo que se vistió de once jugadores de blanco, se volvió difícil de quebrar.

El juego se volvió monótono, porque rechazaban todo. Boca metió en cancha a Ramírez, para romper desde el mediocampo al ataque, pero tampoco fue la solucionó. Se empezó a poner cuesta arriba, porque a pesar de que iba, todo quedaba cuesta arriba. El cerrojo del Timao, no se rompió ni se desordenó. El Xeneize no dejó intentar, pero sin nuevas situaciones de gol, la serie pasó a determinarse en la precisión y en el azar: los penales.

Boca:
Anotó (Rojo); Anotó (Izquierdoz); Erró (Villa); Anotó (Fernández); Erró (Benedetto); Anotó (Romero); Anotó (Varela); Erró (Ramírez).

Cassio le atajó el penal a Ramírez pic.twitter.com/ewQQc7SfsS

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Corinthians:

Anotó (Santos); Anotó (Cantillo); Erró (Gustavo); Erró (Melo); Anotó (Guedes); Anotó (Rony); Anotó (Piton); Anotó (Gil).

Y una vez más, Boca fue más que Corinthians. Fue superior, jugó la serie con altura e intentó por todas las vías. Agotó instancias y terminó por penales abajo, afuera de una gran ilusión que no merecíamos quedar. El palo en el penal de Benedetto, podría haber sido la vía para avanzar. Pero nos estrellamos y nos despedimos en primera ronda.