Ya comenzó la búsqueda del sucesor de Ibarra. Nadie cree en la decisión tomada. Que Ibarra continúe hasta fin de año fue un error no forzado de Riquelme y su Consejo. Pero creen que puede llegar a diciembre. El tema viene después.

Esta dirigencia afrontará su última Libertadores en este mandato, el año próximo. Fueron campeones de torneos locales y que, el propio Riquelme, siempre se encargó de restarles valor. Su frase cuando era opositor: "Una Libertadores vale 10 campeonatos" sigue estando vigente para él. Por eso necesita un capitán para el barco.

La intención es que, en enero, un nuevo DT arranque la pretemporada con Boca. El 4to en 4 años de gestión. Hay nombres que gustan, algunos posibles, otros improbables. Una línea segura: Boca protagonista. Les presentamos 4 candidatos del gusto de Riquelme. El único que decide en Boca.

Son 4 técnicos que están siendo estudiados por el Consejo de cara al futuro: Guillermo Barros Schelotto, Gerardo Martino, Sebastian Beccacece y Diego Martinez.

El último, actualmente en Tigre, conoce bien el club. Trabajó con los juveniles hace unos años y conoce mucho a varios de los chicos que están en Primera. Sería accesible su contratación.

El técnico de Defensa siempre gustó. Su propuesta ofensiva y su clara capacidad para armar equipos competitivos son claves. Se va del conjunto de Varela a fin de octubre.

Martino, el de más experiencia, tiene el Mundial con México. Cuentan que esta vez aceptaría reunirse a charlar. Ya dijo que no en otras ocasiones por haber empeñado su palabra con otros clubes o selecciones.

Y el candidato que cierra por todos es Schelotto. Ya dirigió. Tiene espalda como ídolo. Su equipo tenía identidad y para muchos fue el último conjunto de Boca que jugó bien. En contra, el carácter del Mellizo que no estaría dispuesto a trabajar con algunos miembros del Consejo. Un mano a mano con Riquelme, pero claro, todas las decisiones serían exclusivamente de Guillermo.

Podría sumarse Gareca, que siempre fue del gusto de Riquelme, pero su pasado como jugador y lo que hizo lo condena para muchas generaciones.

El error está consumado. Boca tiene un entrenador que el plantel no quiere ni confía. Podrá ganar, empatar o perder. Pero está muy lejos de conseguir una identidad que le permita ser candidato el año próximo para el gran objetivo. Mientras, Riquelme busca un DT.

Cuentan que, sí Ibarra sale campeón, tal vez lo ratifiquen. Como hicieron con Battaglia. Tarde o temprano, esos inventos terminan mal. Boca ya no tiene tiempo. Hay una elección a la vuelta de la esquina. Prohibido equivocarse.