Siempre es bueno comenzar el año con el pie derecho. SI bien en la Copa de la Liga hubo alguna falencia, el invicto se pudo mantener en las primeras cuatro fechas y ayer era el momento de estrenarse en la Copa Argentina, donde además había que defender la chapa de ser el último campeón.

En medio de una semana sumamente movida por lo sucedido con los juveniles Agustín Almendra y Alan Varela, el plantel salió a la cancha del Mario Alberto Kempes con la idea de obtener un resultado positivo que termine de reafirmar su apoyo para Sebastián Battaglia en el banco como técnico.

Con varios de los habituales suplentes sumando minutos, el equipo tuvo un gran rendimiento y uno de los más destacados fue Nicolás Orsini, quien tuvo su noche de brillo para volver a ser lo que alguna vez fue con la camiseta de Lanús en un tiempo pasado, cuando solía explotar y llamar la atención de los grandes clubes del país.

Marcando por duplicado en la victoria 4-1 ante Central Córdoba de Rosario, el delantero dejó en claro que quiere ser competencia para Darío Benedetto y Luis Vázquez en el puesto. De esta manera, pudo quitarse la mufa que venía acarreando desde hacía tiempo y hasta lo confesó una vez terminado el encuentro: "Es algo que necesitaba después del semestre pasado en el que sufrí muchas lesiones".

Es que, luego de 156 días (cinco meses y cuatro días), Nico pudo volver a gritar con la camiseta azul y oro, después de lo que había sido su debut en la red contra Colón por la Liga Profesional 2021 en la fecha 13.

Las lesiones y los pocos minutos que tenía en cancha hicieron que esta mala racha se estirara por un tiempo eterno para lo que es un goleador. Por esta razón, es más que positivo que vuelva a reencontrarse con la felicidad y esto podría ser un punto de partida para todo lo que se vendrá de cara a futuro.