Después de una fugaz negociación, Boca pudo cerrar la contratación de un jugador de suma calidad como Óscar Romero, finalizando así este mercado de pases con cinco nuevos futbolistas en el plantel para dar pelea en las tres competencias que habrá por delante.

El mellizo fue presentado de manera formal en la jornada del viernes junto al presidente del club, Jorge Amor Ameal, y Raúl Cascini (Consejo de Fútbol), donde también se anunció que portará la camiseta número 11 a lo largo de esta temporada.

Si bien el deseo del enganche era portar la 10, esta misma ya tiene dueño al serle asignada a Eduardo "Toto" Salvio, por lo que al ya utilizarla en los primeros partidos oficiales no podía ser modificada en el trayecto del certamen.

Al revelarse el dorsal que portará el paraguayo, en las redes sociales volvió a despertarse un viejo hilo con una teoría sobre que esta camiseta está "maldita", debido a que la gran mayoría de sus dueños bajaron su rendimiento en el Xeneize al momento de vestirla.

Esta visión de la historia surge a partir del usuario @p_boullo y señala que tiene un comienzo en la temporada 1997/1998, cuando desde la AFA se quita la reglamentación de utilizar una numeración de corrido y cada jugador podría adueñarse de un número indistintamente de si era titular o suplente.

El primero en iniciar este camino fue Diego Latorre, quien después de un buen Apertura 97 bajó notoriamente su nivel al certamen siguiente y despertó los problemas al anunciar la recordada frase de "Boca es un cabaret". Con la llegada de Bianchi como DT, su ciclo en el club llegó a su fin.

A partir de allí, un bucle de lesionados y bajos rendimientos se fueron haciendo costumbre. Incluso, muchos explotaban cuando tenían otras numeraciones, pero al cambiarla por la 11 terminaban decayendo. Fernando Navas, Martín Andrizzi, José Pereda, Marcelo Delgado, Ariel Carreño, Omar Pérez, Roberto Colautti, Bruno Marioni, Leandro Gracián, Juan Sánchez Miño, Federico Carrizo y Cristian Espinoza son los casos que aplican.

De todas formas, también existe el lado bueno de la camiseta con su excepción a la teoría. Tal es el caso de Carlos Tévez, cuando vistió la 11 en sus primeros años en el club y ganó la Copa Libertadores 2003, aunque solo fue por ocho partidos, porque en la segunda mitad del año pasó a usar la 10.

En la temporada 1997-1998, se dejó de usar la numeración corrida del 1 al 11 para los titulares en la Primera División del fútbol argentino, y así cada jugador pasó a tener un dorsal fijo. A partir de ahí comenzó la maldición de #La11DeBoca pic.twitter.com/9uyZ5TEtan

— Pablo (@p_boullo) February 8, 2019

La pregunta que surge entre los hinchas ahora es: ¿Podrá el ex San Lorenzo romper con la maldición? Categoría tiene y de sobra, por lo que con su zurda se espera que pueda destacarse y ser uno de los ejes principales del equipo que dirige Sebastián Battaglia.