Que la Bombonera aún no está en condiciones eso está claro. Las obras de drenaje demandaron más tiempo de lo pensado y solo se pudo llevar a cabo el partido del debut allí, en donde la arena se robó el protagonismo.

Para poder ejecutar las labores de manera correcta y darle el descanso correspondiente a los panes de pasto para que tomen fuerza, Boca se mudó el pasado domingo a Liniers para hacer de local en la cancha de Vélez y enfrentar a Rosario Central en lo que terminó siendo victoria por 2-1 con goles de Carlos Izquierdoz y Frank Fabra.

A pesar de que los dirigidos por Sebastián Battaglia se quedaron con los tres puntos, quienes no la pasaron bien fueron los hinchas, que tuvieron que luchar con las limitaciones del estadio y muchos se quedaron sin la posibilidad de ingresar debido a que desde el Gobierno de la Ciudad redujeron la capacidad habilitada por cuestiones de seguridad.

De esta manera, sólo 35.000 pudieron hacerse presentes cuando el José Amalfitani cuenta con la posibilidad de albergar a más de 49.000 espectadores, costándole al club la pérdida de un valioso ingreso.

Por esta razón, y sumado a que dentro de dos fechas se superpondrán en días los partidos Vélez vs Estudiantes y Boca vs Huracán, Jorge Amor Ameal confirmó que habrá una nueva mudanza y será al estadio de Racing.

Un lugar en el que supo ser escenario de grandes alegrías, y que cuenta con mayor capacidad, será el ideal para que 43.000 puedan acercarse como una mejor comodidad el domingo 6 de marzo contra el Globo