Primero lo primero. Boca debe hacer lo correcto, ganar en Córdoba ante Tigre y alzar un nuevo campeonato, una nueva estrella. Ganar la final que todos menosprecian pero que todos querían estar. Luego, la página se da vuelta rápido, sea cual sea el resultado y debe pensar en la noche copera.

A Boca no le sirve otra cosa más que ganar. O matemáticamente sí (si hay un empate necesita varios factores a su favor), pero el Xeneize debe ganar por sí mismo, por su historia, por su grandeza y por seguir en el camino de buenos resultados. De sumar los tres puntos, automáticamente quedará en los octavos de final.

En simultaneo, Corinthians recibirá a Always Ready, el último del grupo. Y, seguramente, el más flojo de los cuatro. Siempre y cuando considerando que los de Battaglia hagan sus deberes, si el conjunto brasileño suma los tres puntos ante los bolivianos, quedará como líder del grupo. Por ende, nosotros en el segundo lugar.

¿Por qué podría darse un clásico en octavos de final? En el grupo F, los primos ya lograron clasificarse como los mejores de los suyos. Y el viernes 27 de mayo (un día después del partido), será el sorteo de la CONMEBOL para los octavos de final, entre el primer bombo y el segundo. Boca y River, uno de cada lado.