Tras la rápida salida de Sebastián Battaglia del cargo de DT, Hugo Benjamín Ibarra se hizo cargo de manera interina del plantel y ahora fue ratificado hasta fin de año. El ex técnico de la reserva, en el partido ante San Lorenzo, ya manifestó que impondrá una nueva idea de juego. ¿Cómo será?

El mismo traspaso en la antesala de la máxima división, el negro agarró el plantel que dejó Battaglia, que, al igual de la primera, venía de ser campeón. En su primera campaña, junto a Chicho Serna, logró un gran invicto, contundente y con un fluido fútbol. Ese esquema, de 4-3-1-2, lo llevó a ser bicampeón de la categoría, con el último título "supercampeón de la liga profesional (reserva)".

El Boca de Battaglia se diagramaba con un 4-3-3, con Zeballos y Villa (en los últimos partidos) como extremos. Y un mediocampo repartido con un cinco y dos internos. Pero ya en el clásico ante el Ciclón, Ibarra pateó el tablero y sacó al Changuito, uno de los mejores en rendimientos en los últimos encuentros Xeneizes. ¿Quién ingresó? Ramírez y pasó a su esquema favorito.

Al ser presentado en conferencia de prensa, Hugo manifestó que le gusta jugar con el famoso enganche. ¿Quién será el encargado de cumplir el rol? El nuevo 10 de Boca: Óscar Romero. Sin dudas, es la responsabilidad indicada para el paraguayo, que en su mejor época, dónde explotó en la Academia, era enganche. A partir de ello, habrá que aceitar cómo se moverá Sebastián Villa, quién siempre tuvo la banda izquierda como referencia.

Después de mucho tiempo, Boca volverá a tener el famoso enganche como formación inicial; rememorando los tiempos de Román, dónde el lateral por derecha pasaba a toda máquina y tantos triunfos lograron. Ibarra buscará volver a esas bases y lograr una nueva identidad Xeneize.