Nuestras inferiores son las mejores del país, sacamos muy buenos jugadores a mansalva, que luego se convierten en piezas importantes del plantel profesional y son vendidos en un muy buen dinero al futbol europeo, el mejor del mundo. Lógicamente para que cosas sí sucedan, los pibes deben tener rodaje en los partidos de primera y tener buenas actuaciones en los mismos.

Aaron Molinas de un año para acá ha demostrado tener cualidades de sobra para jugar en el equipo titular de Boca, o como mínimo, ganarse minutos ingresando desde el banco de suplentes. Lamentablemente esto no sucede desde la derrota en la Bombonera por 0-3 ante Banfield, en donde en un equipo alternativo que no dio la talla. El fue el único que siempre intento jugar y hacer jugar a sus compañeros.

Luego de eso no vio acción en la vuelta contra Corinthians por la Libertadores, dónde tal vez entrando desde el banco habría podido servir como revulsivo, y tampoco jugó en ninguno de los tres partidos siguientes por la LPF, comandados por Hugo Ibarra como técnico interino.

La razón que se puede deducir desde afuera de porque el volante no tiene minutos es que el entrenador prefiere a Juan Ramírez y Óscar Romero por delante de él, pese a que estos dos no hayan tenidos grandes rendimientos en los últimos tiempos. Y de que el primero haya sido bastante reprobado por los bosteros debido a su flojo nivel.

La otra razón posible por la cual Aaron no ingrese ni un minuto en los partidos del más grande, es la vieja y trillada frase de, "A los chicos hay que llevarlos de a poco". Dicho que es verdad, en ciertos casos se puede aplicar. Pero no en esta situación dónde el equipo no esta jugando bien y tal vez algunos cambios y caras nuevas en el equipo titular puedan ser la solución.