La victoria ante Talleres dejó tela para cortar y está vez no por el resultado, sino porque fue el primer partido de Ibarra como técnico de Boca. Y en su debut oficial (no el interinato), pateó el tablero, cambió el esquema y tomó varias decisiones. Desde la salida de Cali Izquierdoz, la ausencia en el once inicial de Changuito y el regreso de Ramírez a la titularidad, fueron algunas de ellas. Y para su segundo partido, se sumó la salida de Benedetto.

No hay que analizar mucho si un futbolista está lesionado o no está al 100% de sus condiciones físicas para jugar, si es titular o no. Eso aplicaba para Benedetto, que ante la T, recibió un fuerte pisotón en su tobillo, que lo lastimó, se le inflamó y tuvo que salir de la cancha. En la salida del verde césped de la Bombonera, al túnel para ir a los vestuarios, Pipa salió caminando con cierta dificultad.

Los pocos días de recuperación, por la fecha entresemana, daba a entender claramente la ausencia de Benedetto del primer equipo de Hugo Ibarra. Que nuevamente sorprendió y volvió a cambiar el esquema: jugó con doble nueve, sacó el enganche que le gusta y utilizó cuatro delanteros en los once titulares. Pero a pesar de su presunto golpe que lo marginaba, el Pipa estuvo en el banco de suplentes ante el Bicho.

Desde la modificación por la pandemia, el listado de jugadores que se sientan junto al cuerpo técnico en las canchas es mayor, teniendo en cuenta que también se pueden realizar cinco modificaciones. Pero el delantero no estuvo justamente por ello, sino que Ibarra lo tuvo en cuenta, y ante el resultado adverso, lo mandó a la cancha.

Benedetto disputó casi 20 minutos, donde generó una pirueta en el aire, pero su remate no fue el correcto. Trató de generarse sus espacios, pero la cerrada defensa de Argentinos no le dio lugar a más. Lo que se vio, es que no tenía ninguna molestia al manifestarse para jugar. ¿Su dolor no aguantaba más que ese tiempo? ¿Fue una decisión táctica de Ibarra? ¿Se arriesgó igual a entrar para intentar remontar el partido?