Cuando Boca decidió echar a Ibarra, ya sabía a quien tenía en mente para reemplazarlo. Martino. Era difícil, pero había que intentarlo. Y Boca lo hizo. Hablo con él. Primero Riquelme, luego el Consejo. Después Riquelme de nuevo. Y otras veces el Consejo.

Llegó la charla vía zoom entre Tata, Serna y Bermudez. Muy buena por cierto. El DT quedó en pensar ese proyecto deportivo. Si era sí se avanzaba con la propuesta económica. Si era no, no había que insistir. Y así fue.

El entrenador prometió dar una respuesta en menos de 24 horas y lo hizo. Boca se ilusionó porque lo vio ilusionado e interesado a Martino. Sin embargo, llegó la noticia menos esperada: un No. Martino cumplía todos los requisitos y llenaba todos los casilleros: tecnico al cual los jugadores respeten, admiren. Técnico que enseñe y del que los jugadores aprendan. Los dirigentes de Boca acusaron el golpe porque fue inesperado. Pero ya dio vuelta la pagina y ahora estan en la búsqueda del nuevo DT nuevamente.

Los nombres son variados: de extranjeros como Cacique Medina y Alonso, pasando por Diego Martínez y algunos otros de Argentina.

Por más que Herron demuestre ser Guardiola, Boca va a traer un DT porque lo que cambio fue la idea en la concepcion. No buscar un interino que se quede sino un técnico de nombre o de experiencia para este momento. Sobretodo para cambiar una manera de elegir, que se repitió en los últimos dos entrenadores.

Herron va a jugar con un equipo parecido al que venía jugando. Boca irá a la cancha de Barracas. A levantarse de la salida de Ibarra y a lavarse la cara para la llegada del nuevo DT.