Cuando aparece Roman así de imprevisto como apareció ayer en la televisión, es que las cosas no andan bien. Apareció con aquella discusión en el instagram de Wanchupen Abila, aparece cuando a Boca no le va bien en los resultados, y ayer apareció porque evidentemente no quedó satisfecho con el estreno de Boca. Hablando de la inocencia, hablando de Salvio y hablando de la cancha.

Quiero detenerme en eso, en la cancha. El único grande de la república Argentina, el único que nunca descendió, no merece tener el escenario que tuvo el domingo pasado. A tal punto, que ahora determinaron cambiar la cancha. Que los jugadores querían tener el estreno en la bombonera, bueno es un deseo. Nosotros también a veces tenemos deseos que no se pueden cumplir. Pero Boca merece otra cancha, Boca merecía otro escenario. No estaban dadas las condiciones, el trabajo se hizo muy rápido, y no se terminó. Es mucho el capital que tiene Boca como para haber jugado en ese campo de juego. Se pudo haber roto Pol Fernandez en una jugada sobre el final.

Además algunas dudas e incertidumbres cuando Roman habla de la inocencia de Boca, es que nos preguntamos, a un equipo del Toto Lorenzo o de Bilardo, ¿le podrían haber empatado en el último minuto con una jugada que fue con mucha fortuna? Yo no creo que haya sido una genialidad del pulga Rodriguez, sino con mucha fortuna para el empate ante una defensa muy distraída y un arquero que como siempre transmite inseguridad.

Yo no quiero un arquero que solo me sirva para los penales, yo quiero un arquero que me de seguridad, para todo el partido. Y este arquero no me la da. Como también algunas dudas de la defensa, y como también algunas dudas de saber si el Villa que Boca necesita será el aplicado, el correcto, el que defienda la camiseta de Boca y el que tenga ganas de desbordar como lo hizo el domingo pasado o será aquel que prefiere siempre el calor y la música del caribe colombiano.