Barco es un pibe que asomó como crack y es un pibe que seguramente tendrá una carrera exitosísima y se lo merece, porque es muy bueno. Los maestros, los profesores de Barco, a lo largo de su carrera, fueron viendo que uno de los déficits que tenía era que tenía un cuerpo menudo, que para las grandes ligas iba a necesitar más trabajo. Por eso prefirieron no arriesgarlo e ir llevándolo de a poco, ir trabajando un poco su estado físico, su cuerpo, sabiendo que tarde o temprano iba a terminar en esas ligas.

De ahí también un poco la demora en la aparición de Barco en las primeras ligas o en la primera de Boca. Los profesores, los que entienden, Battaglia, Ibarra, Pompei, Herrón, todos los que trabajan en divisiones inferiores, coincidían en eso. Después hubo cuestiones contractuales, porque era lógico que a Barco, como a otros tantos chicos que aparecen de una manera fulgurante y que pintan para ser cracks, se les arrimen enseguida los famosos representantes.

Hay representantes que son muy buenos, y hay otros representantes que piensan más que nada en cuestiones personales, en cuestiones de dinero, antes que en el hombre, antes que en el jugador. Y prometen y prometen. La táctica primero es seducir y prometer el oro y el moro, pero no con el pibe, no con los pibes. Con la familia, con el entorno, le compramos la primer casa, le compramos el primer auto, le compramos el primer Rolex, le presentamos la mejor mina, y lo vamos llevando hacia un mundo ficticio que después puede ser real, porque hay muy pocos que terminan jugando en Europa y que terminan ganando fortunas.

Hay muy pocos, pero hay algunos que están marcados por la varita de dios y que sí, y que tienen todas las cualidades. Hay gente, y hay empresas, vuelvo a repetir, representantes que son muy buenos, y piensan primero en el ser humano y en llevarlo de a poco, y en entender que el club madre o padre es el que le dio los primeros botines, el que le dio la educación, el que le dio la posibilidad de crecimiento, el que le dio la comida, el que ayudó a la familia cuando la familia lo necesitó, el que estuvo siempre presente, también merece tener un rédito de todo eso.

Y el rédito es que ese pibe pueda explotar en la primera de su club, jugar 2, 3, 4 años, darle también satisfacción a ese club y después recién ir a emigrar, ya como persona más madura, como persona que jugó en la primera nada más y nada menos, en este caso, de Boca, con experiencia, con mejor cuerpo, con todo. Pero otros que apuran, otros que apuran.

Usted me dirá, ¿Roucco es un delincuente? No, no, yo no digo eso, todo fue legal. Roucco actúa bajo las normas legales, firmó un contrato de representación, el chico, la familia, mejor dicho porque el chico es menor, era menor en ese momento, y le dio toda la potestad a Roucco para que negocie y maneje los destinos futbolísticos del chico. En eso no hay nada que decir, lo que sí hay que decir, es en cuestiones éticas, y en las cuestiones éticas es que Roucco pensó primero, más que nada, en su beneficio personal, después en el beneficio del pibe, por supuesto, y de la familia.

Y quiero decir otra cosa, no es una casualidad que Roco sea íntimo amigo del expresidente de Boca, Daniel Angelici, que sea representante de Tevez, que son personas que están enemistadas abiertamente con esta conducción, especialmente con Riquelme, entonces, ¿Cuál es el resultado de esto? Que el pibe se vaya de Boca, apurado, apretado, ojalá que le vaya bien, ojalá que triunfe. Pero Roucco rompe, rompe códigos, no deja ni se opone al proceso de crecimiento del jugador.

Roucco debe entender que también el jugador es una persona, y como tal, debe cumplir todos los pasos necesarios como para que después, cuando llegue a una liga mayor, a una liga europea, le vaya bien y pueda realmente hacer esa diferencia y hacer esa experiencia. Yo creo fundamentalmente en eso. No me gustó el accionar de Roucco, me parece que hay cuestiones políticas y hay cuestiones personales, antepuestas a la real necesidad del chico.

El chico es prisionero, se tentó él, se tentó la familia, piensa en su futuro, no lo critico y ojalá que le vaya de la mejor manera. Pero Roucco rompe, rompe Roucco. Rompe, más que nada, las cuestiones éticas. No estoy de acuerdo con esta salida, de esta manera. Sí que al pibe le vaya bien en Europa, ojalá, ojalá que le vaya bien en Europa. Ojalá que triunfe, es re bostero el pibe, él y la familia. Ojalá que les vaya bárbaro. Pero no me gustó esta salida, no me gustó desde el punto de vista ético.