Agustín Rossi fue nuevamente una de las grandes figuras de Boca Juniors en San Pablo al detener el penal de Roger Guedes y su rendimiento merece Selección Nacional.

El arquero surgido en Chacarita, agiganta cada día más su imagen bajo los tres palos. Cuando parece que ha dado todo, un nuevo partido lo corona aún más. No bastó su excelencia en la Copa Argentina pasada, vencer a River en el Monumental, detener un penal a Leandro Díaz ante Estudiantes. Rossi siempre se supera.

En cuanto a las estadísticas, con el penal de anoche, al arquero xeneize no le convirtieron en 18 oportunidades desde el tiro penal. 13 porque los atajó y los 5 restantes finalizaron desviados. Siendo aún más meticulosos, en los 90 minutos le ejecutaron 11, de los que se impuso en 6 y le marcaron 5. En instancias de definición desde los 12 pasos, sobre 33 atajó 7 y 5 se desviaron, es decir más del 50% de efectividad.

Independientemente de los números que hablan por sí solos, Rossi no es solo un arquero ataja penales, sino que también su nivel es destacado por fuera de esta condición. El partido con River en el Monumental y la final con Tigre en Córdoba dan fe de lo que decimos.

Ahora bien, se abre un interrogante totalmente opinable, teniendo en cuenta que Dibu Martinez está muy por encima del resto y no hay sustituto a su altura ¿Rossi no merece estar en la Selección Argentina?

Es más, si ponemos el foco en la Copa Mundial que se viene, tener un arquero que se "agranda" en los penales es trascendental. Ejemplo de ello es el arquero Australiano que se convirtió en héroe ante Perú. Yendo más atrás en el tiempo, Sergio Goycochea es otro caso.

El interrogante es ¿Las manos de acero de Rossi tienen que estar en Qatar?