Desde aquel 13 de abril en el que debió salir reemplazado en el entretiempo del partido contra Always Ready en la Bombonera, Agustín Rossi se mantuvo realizando tareas diferenciadas en Boca hasta recuperarse de su desgarro muscular, soportando casi un mes de inactividad profesional.

En todo este tiempo, quien debió defender los tres palos -a excepción de esos 45' en los que atajó Leandro Brey- fue Javier García, recuperando una titularidad que desde hacía más de diez años que no tenía con la casaca Xeneize.

Lanús, Godoy Cruz, Central Córdoba de Santiago del Estero, Barracas Central y Corinthians fueron los rivales en los que el campeón del Apertura 2008 estuvo desde el inicio, mostrando una performance en la que se volvió a ganar la consideración de los hinchas.

Con movimientos que opacaban su verdadera edad, el 13 recibió aplausos, pero también fue responsable para algunos goles que recibió. Solamente contra el Guapo pudo mantener la valla en cero y, en este caso, no tampoco pudo aportar la seguridad que el equipo necesitaba.

Si ponemos a los dos arqueros en la balanza, tanto Rossi como García sufrieron a los rivales en los partidos que atajaron. Fueron muy pocos los encuentros en los que el arco terminó en cero y solamente las atajadas claves hacen que el árbol tape el bosque.

Boca necesita volver a solidificar el puesto como en tiempos pasados y hoy sus variantes no dan la tranquilidad que se requiere. El ex Lanús volverá a atajar en un partido clave por la clasificación en la Libertadores tras un mes de ausencia, el suplente demostró que solo puede aparecer en ocasiones aisladas y muy por detrás corre el joven Brey al que no se le puede recaer por su edad.

Los tres palos de nuestro club son sagrados y necesitan de una muralla. Por el bien de todos, esperemos que en la altura de La Paz las almas de Abbondanzieri, Córdoba, Gatti, Navarro Montoya, Antonio Roma y otros tantos históricos que supieron pasar por el club se vuelquen por 90 minutos en el cuerpo de Agustín.