Y pensar que por mucho tiempo estuvo más afuera que adentro. Agustín Rossi cada vez agiganta más su nombre dentro de Boca y la noche de ayer no fue la excepción, salvando pelotas claves que pudieron haber cambiado rotundamente el resultado del partido frente a River.

Con el paso del tiempo, el arquero ganó madurez y aprendió de los errores. Hoy no es aquel que salía a destiempo en partidos de Copa Libertadores, ni mucho menos el que hasta hace algunos meses fallaba en los controles con pelotas fáciles.

La confianza que hoy maneja el 1 del Xeneize le permite estar en boca de todos y sus números hablan por sí solos. En el Superclásico, tuvo nueve atajadas de peligro y en lo que va de la Copa de la Liga detuvo 24 de 30 disparos, logrando mantener su valla invicta en dos oportunidades.

A su vez, el surgido en Chacarita se metió en el selecto grupo de los jugadores con más de 10.000 minutos con la camiseta azul y oro, ocupando el escalón número 12 en este ranking y quedando a solo 30 partidos para escalar al 11° lugar.

Así como en su momento muchos pedían por Franco Armani para la Selección Argentina ¿Qué tan descabellado sería pensar en ver a Rossi con la Albiceleste? En definitiva, podría ocupar el lugar de tercer arquero y su destreza en los penales -atajó 3 de los últimos 4 que le patearon- sería un as bajo la manga para Scaloni.

A los jugadores hay que aprovecharlos en sus mejores momentos y sería un error no tener representando al país a quien hoy es el mejor en su puesto dentro del fútbol argentino. Para el Mundial faltan ocho meses y en AFA saben que hay varios nombres para los tres cupos.