A Boca le sonríe el fixture de la Copa Libertadores. Pero el equipo se hace daño a sí mismo y empieza a sufrir más de la cuenta con Monagas y Pereira. A Boca le sonríe el sorteo de octavos y la llave hasta semifinales. Sin embargo, el equipo juega el campeonato y se arrastra en la cancha.

Boca mira de reojo la Libertadores, pero todos saben que si no hay un gran mercado de pases, el sueño de la séptima está muy lejos de cumplirse. La tarde de Santa Fe mostró, otra vez, una versión absolutamente apática de un equipo que, aún no se sabe hacia dónde va.

Un día sale a presionar arriba y a ser dominador. Como con Sarmiento. Otro día le da la pelota a Unión y termina pidiendo la hora. Todo en un transcurso de pocas horas. Este Boca un día ahoga a Racing. Y al otro día se ve superado absolutamente por Argentinos Juniors. Este equipo un día le gana a Colo Colo de visitante. Ahora cuando se da vuelta pierde con Arsenal en Sarandí.

El ciclo Almiron, hasta acá, fue así. Irregular. En juego y en resultados. Desde San Lorenzo, el 12 de abril, a hoy, Unión, 6 de julio, pasaron casi 3 meses. Hubo 18 partidos: perdió 6 partidos, empató 3 y ganó 9. El problema es que si fueran sólo los resultados sería pequeño. Pero el problema es grande porque los resultados, en general como en este caso, muestran qué hay una realidad que es difícil de disimular.

Es cierto que el plantel tiene muchas bajas por lesiones. Es cierto que Almiron aún no pudo elegir los refuerzos. No menos cierto es que con Unión terminó con uno menos y casi pidiendo la hora, porque si no era por Romero, el partido se transformaba en otra derrota.

Jugadores lejísimos de su nivel. Un juego colectivo pobrísimo. Lesiones y molestias bastante frecuentes y un equipo que por momentos se arrastra en cancha. Normalmente si vas a 200 por la banquina, lo más probable es que vuelques. Pero en el fútbol no siempre hay regla de tres. ¿Qué quiero decir con esto? Que nadie puede decir que Boca no va a ser protagonista de la Copa. Porque tiene historia y gente que acompaña. No se puede ser terminante.

Sin embargo, el presente no es muy esperanzador para los que miran día a día al equipo. Almiron necesita refuerzos. Y de jerarquía. Boca necesita del mejor mercado de pases en mucho tiempo.