El fútbol argentino se podría resumir en una simple frase: el fútbol es eso que se juega mientras Boca gana y pelea todos los campeonatos.

Con el equipo de Hugo Ibarra no es la excepción a la regla. Durante todo el 2022, Boca ha sido un fiel reflejo de ésta máxima del fútbo. No juega bien, no genera fútbol, se cuestiona a su entrenador pero el fin de semana gana. Y así arranca otra semana. Con problemas internos, con más cuestionamientos a su DT, pero el fin de semana gana. Y así transcurre el año en la vida futbolística de Boca. Pasó con Miguel Ángel Russo, pasó con Sebastián Battaglia y ahora está sucediendo con Hugo Ibarra.

El equipo no tiene un volúmen de juego que te atrape. No se recuerdan partidos en donde haya demostrado un fútbol de alto vuelo ni tampoco jugadas colectivas profundas pero así y todo el equipo gana. El equipo es contundente y está en los puestos de arriba de la Liga Profesional.

A falta de 6 partidos para que finalice el torneo, el Boca de Ibarra ha pasado por todos los estados que un equipo de fútbol puede pasar. Tuvo rachas negativas con derrotas consecutitvas. Sumó cinco victorias al hilo. Goleó y fue goleado. Tuvo un "barullo" interno y supo salir. Con todos estos matices, el equipo de Ibarra hoy es el gran candidato a quedarse con el torneo.

Una vez más se cumple la regla. El fútbol es eso que se juega mientras Boca pelea siempre los torneos hasta el final.