En el Mundo Boca todos tienen claro que el partido del miércoles ante Estudiantes tomó una importancia impensada, mucho más después de haber perdido la final ante Fluminense en Río de Janeiro.

Aunque las chances de acceder a la Copa por la tabla anual están intactas ( deberá ganarle a Godoy Cruz en Mendoza y esperar otros resultados), el torneo federal parece ser el camino menos complicado.

Por eso el partido de Copa Argentina deberá jugarse entendiendo todo lo que está en juego. Boca no puede permitirse estar afuera de la Copa en el 2024. Para eso deberá eliminar primero al Pincha y esperar por Defensa y Justicia o San Lorenzo para disputar la final.

Es un partido de esos que los jugadores de Boca deben jugar con el alma, dejando todo. El dolor por la final perdida todavía está, pero estos jugadores, muchos de ellos en deuda por la actuación que tuvieron en Brasil, tienen la chance de revertir esa mala imagen que dejaron en el Maracaná. Sólo Romero, Advíncula y Merentiel estuvieron ese día a la altura de la final.

Nada se compara con jugar la Copa Libertadores, mucho menos una final. Pero el del miércoles es un encuentro relevante, con mucho en juego. Para jugarlo con jugadores que están al 100. No se puede dar ventajas, el entrenador debe poner al que está mejor sin importarle el apellido. Que los jugadores sepan que el miércoles no hay margen de error.