La eliminación de la Conmebol Libertadores causó sorpresa y malestar, sobre todo por el partido que hizo Boca y porque Darío Benedetto tuvo 3 match point para liquidar la serie.

Sin embargo, esa misma sensación también la provocó una frase que todavía continúa haciendo eco. Sebastián Battaglia en la conferencia de prensa le apuntó al Consejo de Fútbol por, según el entrenador: "La poca agresividad en el mercado de pases".

Una declaración que dolió más que la eliminación en sí y al mismo tiempo hizo ruido, por la falta de autocrítica del entrenador.

Lo único que cambió desde que llegó Battaglia es que Benedetto tuvo una noche para el olvido, porque a lo largo de todo el ciclo si solo apuntamos al análisis futbolístico vuelve a repetirse tanto en la victoria como en la derrota.

Si el técnico creyó que para superar a un diezmado Corinthians debió haberse reforzado, es un argumento con el que no coincido.

Desde ya que tiene todo el derecho a creer que no tiene plantel para afrontar la Copa Libertadores, pero de ahí a hacerlo público en la conferencia de prensa hay una larga lista de argumentos referidos al contexto y el escenario. Lo que se llama sentido de ubicación.

Tales reclamos pueden mal entenderse como pudo haber sucedido en algunos casos dentro del plantel. A tal punto que este miércoles por la tarde antes del entrenamiento, Battaglia pidió la palabra en ESPN y tuvo su derecho a réplica.

En esta nota, el director técnico aclaró que sus dichos: "No pretendían atacar a nadie. Sino que pedir refuerzos es algo lógico que cualquier entrenador hace".

Aclaración mediante, todo parece indicar que la desafortunada frase en la conferencia postpartido define a un ciclo vencido que tendrá su fin a corto, mediano o largo plazo cuando a fin de año finalice su contrato. Lo único claro es que la próxima Libertadores estará a cargo de otro entrenador.