Después de la derrota frente a Huracán en La Bombonera por 1-0 todo hacía pensar que el futuro de Battaglia empezaba a complicarse, y más sabiendo que en el horizonte se venían Estudiantes y River. Ambos de visitante.

Los resultados ya son conocidos. Victoria por la mínima en los dos. Pero lo del último fin de semana, tiene un gran ganador y es el entrenador. Sebastián Battaglia se la jugó con un equipo y acertó. Y aún más...durante los 90 minitos de juego, tomó decisiones correctas.

Ante la baja de Izquierdoz optó por el ingreso de Zambrano y el peruano respondió. La cinta de capitán fue para Rojo y sin duda el central fue una de las figuras. Cristian Medina, Pol y Ramírez fueron de lo mejor del equipo, un mediocampo que encontró hace 15 días en La Plata. Todo mérito del DT.

Aaron Molinas sigue sumando minutos y cada vez está mejor y Villa, más allá de todos sus cuestionamientos, es el desequilibrio arriba. Quizás la única manchita fue la inclusión de Benedetto, que claramente no estaba para jugar.

Durante los 90 minutos de juego, también supo manejar muy bien las variantes. En el entretiempo, sacó a Advíncula q estaba amonestado y al borde de la expulsión, para poner a Figal en el lateral derecho. El ex Independiente y MLS tuvo un buen partido.

También sacó a Benedetto, para que ingrese Luis Vázquez, que con un par de apariciones interesantes, demostró que es una variante muy buena en ofensiva. Lo mandó a la cancha a Oscar Romero promediando el segundo tiempo, para cuidar el balón y casi mete el 2-0. Y en el final ingresó Gastón Ávila, para defender la arremetida de River.

Así cerró Battaglia una tarde feliz y redonda en su segunda visita al Monumental como DT Xeneiza. Pasaron dos partidos muy importantes. Boca sacó 6 de 6, está segundo por diferencia de gol con 14 puntos y el equipo de a poco se va acomodando. Este momento tiene un solo responsable: se llama Sebastián Battaglia.