Paradójicamente, un 13 de febrero, al igual que hoy, Boca tuvo la primera fecha del torneo local. En aquel entonces, comenzó el Clausura y el estreno Xeneize era en el clásico ante Independiente, en Avellaneda.

En el banco de suplentes se presentó Carlos Bianchi, flamante técnico del conjunto Azul y Oro. Para la temporada, llegó Marcelo "Chelo" Delgado, como una gran incorporación, luego de mantener durante más de un año la misma base.

Ante el Rojo, aquella noche, el Virrey dispuso entre los titulares a Córdoba; Ibarra, Bermúdez, Matellán, Arruabarrena; Basualdo, Traverso, Pereda, Navas; Giménez y Barijho. El equipo local empezó mejor, hizo trabajar a Oscar Córdoba pero no venció su valla. Boca se despertó.

Desde un tiro de esquina, el Patrón saltó más alto que todos, cabeceó a contra piernas de Camilo Faryd y puso el 1 a 0. Con ambas hinchadas en cancha, los primeros 45 minutos fueron parejos. Chipi tuvo un mano a mano que su pelota dio en el palo; y por el lado del Rojo, el Rolfi Montegro de volea por poco no logró empatar.

Lo que no sucedió en la primera parte, llegó rápido en la segunda: a menos de cinco minutos, Independiente igualó el marcador, en una jugada rápida de contraataque. Pero dos minutos después, el Xeneixe fue por más. Desde un centro, Barjiho aprovechó el regalo por la defensa del Rojo y fácil empujó la pelota para el 2-1 parcial.

Psicológicamente, Boca sacó una gran ventaja, a pesar de quedar con un jugador menos tras la doble amarilla a Barijho. Córdoba se lució bajo los tres palos y Arruabarrena liquidó el partido con una gran jugada individual, con un potente remate final. 3 - 1, para empezar el torneo goleando en un clásico.