17 de Marzo de 2015 Boca viajó a Venezuela para enfrentarse ante Zamora, tras ganar las primeras tres fechas de la fase de grupos, con la certeza que de ganar, ya se aseguraba la clasificación a la siguiente instancia. Una semana atrás, se enfrentó ante el mismo rival en La Bombonera lo goleó por 5 a 0, con el atípico festejo de Daniel Osvaldo sobre el banco de suplentes.

El equipo de Arruabarrena llegó con creces, un equipo afianzado y con grandes lapsos de fútbol. Para la cuarta fecha, dispuso de Sara; Fuenzalida, Komar, Díaz, Monzón; Meli, Erbes, Cristaldo; Martínez, Calleri y Carrizo. A pesar de todo, recibió un primer golpe duro: en menos de 20 minutos, el conjunto local se puso en ventaja.

A Boca le costó todo el primer tiempo. Ese gol en la mitad de la primera parte lo dejó tambaleando. No hizo pie, ni mostró una cara de reacción. Fue lento e impreciso. El descanso le llegó bien, sin sufrir ningún otro sobresalto. Los jugadores que salieron a la segunda mitad, parecían otros. Fue por lo contrario a los primeros 45'.

Pocos minutos y el Burrito Martínez emparejó el encuentro. Pero eso no fue el quiebre para dar vuelta la historia. Sino que una tarjeta roja del árbitro Oliveira a Vargas, lo dejó en ventaja numérica al Xeneize. A los pocos minutos apareció Colazo desde pelota parada: menos de 15 minutos del segundo tiempo, y Boca dio vuelta el resultado

Desde ahí, se floreó. Dominó e impuso condiciones. Los argentinos tuvieron ráfaga de goles. Nuevamente Colazo, el Pochi Chávez y por último, el Burrito para su doblete personal. Los dirigidos por el Vasco lograron la mayor goleada en la historia de Boca en tierras venezonalas. Luego obtuvieron la clasificación a los octavos de final, como el mejor de toda la fase de grupo.