El Boca del virrey y la Copa Libertadores, una historia de romance que ni el mismísimo Hollywood sería capaz de recrear. Ya habiendo ganado la del 2000, el equipo consiguió el bicampeonato por segunda vez en la historia del club, luego de las dos ganadas de forma consecutiva en 1977 y 1978, bajo la batuta del Toto Lorenzo. Y la cuarta en total. Mientras que Carlos, obtuvo su tercera copa para igualar a Zubeldía como el entrenador con más Libertadores ganadas.

Pero, como todo éxito continental, este tuvo un proceso antes de llegar a la gloria. Clasificado por el cupo que se le otorga al campeón de la edición anterior, el más grande terminó la fase de grupos en primer lugar con quince puntos sobre dieciocho en disputa. Luego, logró el pase a cuartos tras una inesperada y muy pareja serie ante Junior de Barranquilla, con un resultado de global de 4-3, producto de una trabajada victoria en Colombia por 3-2 en la ida y un empate 1-1 en el templo.

En cuartos toco enfrentar al Vasco, que terminó primero de la tabla general habiendo sacado 18 de 18 puntos posibles, y en principio, debido a esto, partió como el principal favorito. Como ya sabemos, y les vamos a contar a continuación, Boca es Boca y siempre es el favorito.

Luego de sacar petróleo de Brasil en la ida con una victoria 1-0 con gol de Guillermo, todo estaba encaminado para liquidarlos en la vuelta con nuestra gente, y así fue, goleada contundente e inapelable por 3-0 en 30' de juego, una verdadera aplanadora, con goles de Matellán y dos de Barros Schelotto (el primero de penal) qué claramente fue la figura de la serie.

Afuera el favorito y primero en la tabla general, en semifinales enfrentaríamos a un viejo conocido, el Palmeiras, al que le habíamos ganado la copa en la cara en Brasil en la final del año anterior. Pero esa, será historia para otro día.