Cada uno puede tener su propia opinión de quién es el mejor jugador de todos los tiempos, pero lo que es seguro es que, entre los primeros nombres, tiene que estar el nombre de Diego Armando Maradona. Y para suerte de todos nosotros, este astro fue bostero de alma y jugó dos veces en el club de su y nuestros amores.

Su primer ciclo en el más grande fue en 1981, luego de romperla toda en Argentinos Juniors, fue comprado por Boca. En ese entonces, solo pudimos disfrutarlo un año, pero que fue suficiente, para que, liderados por él, conquistemos el Metropolitano de aquel año.

Luego de 14 años, y pasar por múltiples clubes del exterior y alguno que otro del futbol argentino. El Diego retornó al club que más ama para ponerle punto final a su carrera. Su primer partido de regreso fue en el templo, frente a Colón, en el día que da lugar a esta efeméride.

Aquel día, hace diecisiete años, se vivió una verdadera fiesta en la Bombonera. Aquella tarde/noche, el equipo formado por Silvio Marzolini, otro ídolo del club fue el siguiente: Montoya; Soñora, Gamboa, Fabbri, Mac Allister; Saldaña, Carrizo, González, Maradona; Martínez y Cannigia.

El duelo finalizó 1-0 a nuestro favor con gol sobre la hora del ingresado Darío Scotto. Hasta eso tuvo la vuelta del más grande, al más grande. Una victoria agónica celebrada por todos los xeneizes a lo largo y ancho del país.