Nunca está bueno perder, sobre todo si venís de una racha ganadora, con un equipo en alza. Pero después de varios partidos sin conocer la derrota, Boca cayó ante Central Córdoba de Santiago del Estero que no le ganaba al xeneize hace 55 años.

Es injusta la derrota. Porque Boca sin jugar bien, con varias dudas defensivas que no había mostrado hasta ahora y la falta de eficacia, hizo méritos como para llevarse mínimamente el empate de Santiago.

¿Conclusiones? Que Ramírez sigue sin aparecer cuando le toca ser titular, como que le falta una marcha más. No pudo aprovechar la ausencia de Romero que se fue con la selección de Paraguay a jugar amistosos, para hacer dudar al entrenador. Hoy queda claro que el paraguayo es más titular que antes.

Que Orsini no es extremo. Es una posición extraña para él, no la siente, termina haciendo un desgaste innecesario. Su posición es de centrodelantero o de doble 9 como lo hacía en Lanús con Sand.

Que Villa es siempre el más desequilibrante, hasta jugando 30 minutos le alcanzan para ser el que más peligro genera. Battaglia lo guardó para no cargarlo de partidos, pero el colombiano en lo posible tendría que estar siempre desde el comienzo.

Que el momento de Rossi en los penales es tremendo. Esta vez le tocó atajarle el penal a Renzo Lopez. Da la sensación que asusta al que va a patear, como dijo Riquelme, parecería que se siente más seguro en los penales que en los 90 minutos

El Campeón volvió a perder después de varios partidos. Es mejor que haya ocurrido ahora y no más adelante en instancias decisivas. No es para preocuparse ni para volverse loco. Si para corregir los errores defensivos, que fue lo que más llamó la atención, de cara al futuro.