Diego Martínez es de esos técnicos ambiciosos, que le gusta ganar partidos desde el minuto 1 y que va a buscarlos y se prepara para eso. Yo digo que lo que uno está viendo en estos partidos es un crecimiento, pero una búsqueda, porque el técnico cambia, acomoda y va poniendo piezas que le van dando soluciones a las cuestiones que él ve que están fallando.

Está muy claro eso, que a Diego Martínez no le tiembla el pulso si tiene que sacar a uno o tiene que sacar a otro. Está muy claro que Diego Martínez tiene la ambición de un Boca ganador en todos lados y un Boca protagonista. Está claro que Diego Martínez no está casado con nadie y que los que tienen las oportunidades, las tienen y seguramente, si se las ganan en la cancha, serán respetadas esas oportunidades y esas titularidades.

Ayer tuvo una posibilidad Darío Benedetto y la aprovechó. No solamente porque hizo un gol, sino porque jugó un primer tiempo interesante. Ayer tuvo una oportunidad el debutante Blanco y la aprovechó porque jugó un buen partido. Ayer probó con la fórmula que tanto utilizó Almirón de Advíncula de ocho y un marcador de punta detrás de él. En este caso, fue Blondel. En el primer tiempo funcionó. Fue una dupla o una sociedad que funcionó bastante bien.

En Kevin Zenón encontró un jugador diferente, un jugador que, a Boca le da salida. Nos hizo olvidar a Barco. ¿Quién habla de Barco ahora? Porque Zenón está jugando y porque Zenón está dando ese tipo de solución que daba Barco. Inclusive, con una faceta que Barco no tenía, que era la habilitación a los delanteros. Por partido, en los partidos que jugó Zenón, o sea, contra Sarmiento, e inclusive en el poco tiempo, en los 20 o 30 minutos en que jugó con Platense, y en el partido de ayer, Zenón puso por lo menos cinco o seis pelotas de gol. Me acuerdo con Platense y con Sarmiento a Fabra. Me acuerdo alguna pelota en Merentiel y a Cavani, por supuesto, y a Cavani en el partido con Sarmiento. Ese Zenón. Lema está dando soluciones defensivas, de abajo, de arriba. No es rápido. Pero impone personalidad.

El Boca de Martínez va tomando una fisonomía. Y fíjense que todavía le falta la llegada del Equi, que será su cinco, seguramente, porque lamentablemente Pol Fernández sigue jugando en un nivel bajo. Y falta su conductor, que es Medina. Para Martínez, Medina es el conductor. Independientemente de la negociación que se está manteniendo por Carlos Palacios, el chileno que también es volante de creación. Y no sabemos si llegará o no llegará, pero Medina es el jugador que está esperando.

Boca, lo que nos da más "tranquilidad", es que uno ve que de partido a partido va creciendo, y eso es muy importante porque se ve el trabajo en la semana, los jugadores rotan, cambian de posición, pero tienen todos una misión muy clara. Lo dijo Benedetto ayer, es un técnico que se mete con ellos en los entrenamientos y que hace que el jugador entienda constantemente el mensaje.

Lo escuchas hablar a Diego Martínez, y te explica bien, y uno entiende lo que explica, así lo explica y así también lo sienten los jugadores que te lo dicen. En off, los jugadores te dicen, nos llega porque es fácil el mensaje, es fácil como lo expresa y es fácil como lo trabaja.

Este es el Boca de Diego Martínez, en un camino muy concreto de evolución y de mejora. En un camino de crecimiento, de partido a partido. Viene Defensa, viene Santiago del Estero, viene Lanús y después viene el Clásico. Desafíos tremendos para el Boca de Martínez, que si sigue manteniendo esta evolución, que si sigue manteniendo este crecimiento, que si sigue esperando por los que tienen que volver del preolímpico para completar el plantel, nos ilusiona, nos da esperanza y nos da tranquilidad.