Desde este sábado 2 de abril al sábado 30, Boca jugará 9 partidos en 28 días. Entre Arsenal y Barracas, el equipo que dirige Sebastián Battaglia tendrá otros siete compromisos: cuatro por el torneo local y tres por Libertadores, que además incluyen un viaje a Cali para debutar en Colombia la próxima semana y otro a Brasil, donde jugará con Corinthians. En definitiva, mucho trajín para no rotar. Por eso, en estos días seguramente se escuche el "voy a necesitar de todos". Una frase de Carlos Bianchi, pero en este caso saldrá de la boca del DT.

Además de la seguidilla, el Xeneize tiene a varios jugadores suspendidos en el certamen continental, lo que hace que el técnico tenga que pensar al extremo cada movimiento. Izquierdoz, suspendido y operado, no podrá siquiera jugar el campeonato. Pavon, no jugará más hasta que quede libre (se va al Mineiro en julio). ¿El resto? Rojo, Pulpo González, García y Villa solo podrán tener ritmo y competencia en el torneo, porque en la Copa estarán afuera en una gran cantidad de partidos.

Por estas razones, está muy bien tener un plantel amplio y competitivo, porque para disputar varias competencias necesitás de todos. Y ese seguramente vaya a ser el mensaje de la semana. Boca tiene dos jugadores por puesto y además un bonus track que son los chicos que vienen de abajo. A modo de ilustración, en el lateral derecho, Battaglia puede optar por Advincula, Weigandt, Figal y hasta Mancuso. En el extremo derecho pueden jugar Salvio, Zeballos o Villa. En el puesto de volante central juega Pol Fernández, pero podrían aparecer Varela o Campuzano. Hay equipo y hay nombres como para ser respetuoso de la seguidilla, aunque sin tenerle miedo.

¿Cuándo empezara la rotación? Ya mismo, con el próximo rival que será Arsenal. Porque a todo lo escrito, se le agrega que los jugadores que fueron convocados a las diferentes selecciones llegarán recién el jueves y con cansancio. Es difícil imaginar que Fabra, Romero, Advíncula, y Zambrano puedan estar el sábado.

El DT sabe de rotaciones porque como jugador participó de muchos ciclos en los que para competir de verdad en todos los frentes es casi imposible usar los mismos recursos. Por ejemplo, en la Copa del 2003 Bianchi arrancó el torneo con Tevez y Pipa Estevez, mientras en la Copa jugaban Guillermo y Delgado. Al final, fue tan bueno lo de Carlitos que se terminó metiendo en un equipo que jugaba con tres puntas.

Battaglia tomó cada ejemplo de Bianchi y este es uno más. Boca va a rotar, dándole la justa importancia a cada cosa que se juegue, pero sin regalar una sola posibilidad de merma física o probabilidad de lesión, que es otro de los temores que aparecen cuando un futbolista juega varias competencias juntas.

Definitivamente, el "necesitamos de todos" del Virrey, será escuchado por el plantel en estos días y esta semana se empieza a poner en práctica.