Está claro que dentro de lo que es el contexto del fútbol local, Boca marca diferencia, tiene un plantel amplio, con figuras consagradas, pero esencialmente con la aparición de los chicos. 33 juveniles que debutaron en Primera División de la mano de esta conducción que encabeza Juan Roman Riquelme, muestra las claras cual es la filosofía, la ideología, la intención que tiene este cuerpo técnico y esta dirigencia del fútbol de Boca.

Pero está siempre la pregunta: ¿Con esto alcanza? ¿Esto es suficiente? Yo digo que esté presente también nos hace mirar con esperanza el futuro, porque fijense que este Boca que va primero en el torneo local, que jugará semifinales de Copa Argentina y que va a jugar dos finales más posiblemente este año, está jugando sin 4 de sus principales jugadores titulares.

A este Boca le falta Villa y Zeballos. No creo que haya en el fútbol argentino hoy jugadores más desequilibrantes que estos dos. También le falta Rojo y Figal, sin lugar a dudas una dupla central que muy pocos equipos en Argentina la tienen. Da seguridad, liderazgo y que evidentemente ha empezado a consolidarse como saga central titular en este Boca, que paradójicamente tiene muy pocos goles en contra, lo que demuestra un trabajo defensivo en general muy bueno del Xeneize.

Entonces yo digo, este plantel que está jugando ahora, mezcla de pibes y jugadores con experiencia, ¿Qué le falta? Estos 4 titulares. Cuando Boca tenga a estos 4, seguramente la diferencia que puede llegar a sacar en relación a los otros equipos del fútbol argentino es aún mayor. Mucha ventaja dio Boca que los otros equipos no supieron aprovechar, pero el Xeneize encontró respuesta en la calidad del plantel que tiene.

Ahora, ¿Esto alcanza para jugar la Copa Libertadores? Tal vez no. Pero relativamente, porque Boca con Corinthians y con Mineiro estuvo a la altura, y jugó mucho mejor que sus rivales. Hoy la diferencia la marca Flamengo en el fútbol brasilero. Porque incluso, el rival del Flamengo en la final de la Copa Libertadores es Atlético Paranaense y no Palmeiras, que uno quizás pensaba que estaba un poco más arriba y finalmente no. Paranaense que estaba por quedar eliminado por Estudiantes de La Plata. Es decir, el cuco existe y es Flamengo, que tiene un poderío económico que no lo tiene ningún club de Sudamérica y seguramente siga reforzandose. Pero Boca con este plantel y los 4 jugadores que le faltan, va a tener un plantel muy competitivo.

Con 1, 2 o 3 refuerzos de categoría, tendría que estar y ser suficiente como para que el Xeneize encare el 2023 de una manera auspiciosa. Hacen falta 2 o 3 refuerzos, sobre todo en el mediocampo, algún jugador diferente que pueda alternar con Pol Fernández, o con Payero. Que sea una segunda en la salida de Varela y falta tal vez un marcador de punta derecho, pensando que Weigandt tal vez se vaya porque no quiera seguir esperando su oportunidad, y Advíncula alterna buenas y malas. Delanteros tiene de sobra, con Villa, Zeballos, Langoni, Benedetto, Vázquez, Morales.

Lo que sí debe resolver urgente es el tema del arquero. Las posibilidades de renovación de Rossi existen, que lo van a delinear y terminar de cerrar cuando finalicen las competencias. Pero la chance de renovar es concreta y real.

Con este plantel Boca puede pelear con sobra en los torneos locales y competir de igual a igual en la Copa Libertadores, respetando al cuco Flamengo. El presente es victorioso, y el futuro es auspicioso.