Boca se tomó "sus minis vacaciones" de fiesta. Con alegría y felicidad. Con una estrella más y con los objetivos alcanzados. La página ya se dio vuelta: luego de cinco días de descanso, el plantel de Battaglia se presentó en Ezeiza, para comenzar la segunda parte del año.

Aunque de la misma formó que se fue, volvió, el reciente campeón del título tendrá entrenamientos más que duros para afrontar ya su primer compromiso, que será el domingo ante Arsenal, en la Bombonera. Y deberá ser inteligente en cómo reparte las cargas, porque enseguida de terminar el partido ante el Viaducto, viajará a las pocas horas a La Rioja para jugar el encuentro de Copa Argentina ante Ferro.

Desde el momento uno, Battaglia y el CT volverá a necesitar de todos. Dos partidos en 72 horas, luego de algunos días de relax. Para el armado de los equipos, solo hay tres bajas de momento: Óscar Romero, con la selección de Paraguay, Carlos Zambrano, con la selección de Perú, y Luis Advincula, desgarrado y en etapa de recuperación.

Posiblemente, para el regreso al ámbito local, en una nueva edición que será todos contra todos, no salga del once predilecto del DT. Figal podría ocupar el lugar de lateral derecho y Juan Ramírez sería quién ingrese por el paraguayo. De no mediar inconveniente, los otros nueve futbolistas serían los mismos que le ganaron a Deportivo Cali.

El jueves y el viernes, el Xeneize llevará a cabo un doble turno en Ezeiza, para ganar tiempo de preparación y llegar óptimos desde lo físico. Entre el entrenamiento matutino y el de la tarde, quedarán concentrados en el Predio de Boca.