Todas las competencias que afronte en este año 2024, Boca las tiene que ganar. Las tiene que jugar como si fuese la última. Como si fuese la final del mundo. Como siempre tiene que jugar Boca. Pero todas son importantes, todas son relevantes. En un año donde la Copa Libertadores, Boca no la va a jugar por esas cosas de la mala planificación del ex técnico de Boca, Jorge Almirón.

Que ahora, entre paréntesis, se va al Colo-Colo, increíble, ¿no? Increíble. El síndrome de Estocolmo tienen en Chile. Volviendo, Boca tiene que ganar todos los torneos. Ahora, digo yo, si nosotros tenemos que competir a todo o nada en todos los torneos que vamos a jugar, como lo hace siempre Boca pero este año más obligado todavía, por esta circunstancia eventual de no jugar la Copa Libertadores.

Como Boca puede permitirse y dar la ventaja inicial, que en las cinco primeras fechas de un torneo de 14, donde tal vez ya con cinco partidos, si te va mal, quedás afuera de la comprensión, de esa clasificación a los cuatro primeros lugares que a Boca le pasó en el torneo pasado, ¿cómo podés dar la ventaja de que cinco de tus jugadores estén convocados a la Selección Nacional y como si nada, Boca los pierde?.

Medina, Equi Fernández, Barco, Valentini y Brey. Medina, el Equi Fernández y Barco titulares indiscutidos. Valentini que alterna. Le llega a pasar algo a Rojo, es Valentini Y Brey, que es el sustituto o va a ser el sustituto este año de Chiquito Romero, sabiendo que Romero, hay veces que tiene problemas físicos y que de repente jugar dos partidos por semana le cuesta un poco, por eso la rotación era importante.

Y Boca da esa ventaja. Entonces, como digo en el título de la nota, hay que hacerse fuerte Boca. Hay que hacerse fuerte Román en la AFA. Lo que acá meritaba era postergar el inicio del torneo, postergar por lo menos dos o tres partidos de los que tiene que jugar Boca. Porque ya de entrada estás dando esta ventaja de que tres titulares indiscutidos y dos eventuales que pueden ingresar no arranquen.